RESUMEN DE LA UNIDAD 3
EXCLUSIÓN SOCIAL
La exclusión social es un
fenómeno multidimensional que impide a ciertos individuos o grupos participar
plenamente en la vida económica, social, política y cultural de la sociedad.
Este proceso no solo implica carencias materiales, sino también barreras simbólicas
y estructurales que segregan a los sujetos considerados "diferentes"
o "no normativos". En el contexto de la psicología social, se estudia
cómo la exclusión afecta la autoestima, la identidad social y la salud mental.
Las personas excluidas suelen experimentar sentimientos de alienación, rechazo
y disminución del sentido de pertenencia, lo que puede llevar a comportamientos
antisociales o retraimiento social.
La exclusión social es un
proceso complejo que refleja la desigualdad estructural y las dinámicas
sociales que marginan a ciertos individuos o grupos, impidiéndoles participar
plenamente en la vida social, económica, política y cultural. Este fenómeno se
acentúa con la globalización, el desarrollo tecnológico y económico, que han
beneficiado a minorías y ampliado las brechas de desigualdad.
Históricamente, el
concepto comenzó a debatirse en Francia en los años 60 y fue utilizado
inicialmente con fines políticos más que académicos. Desde entonces, ha
evolucionado para sustituir términos como marginalidad o segregación, sobre
todo en Europa, en un intento por atender crisis sociales desde el Estado de
Bienestar. No obstante, su comprensión ha sido difícil por su carácter
multidimensional y difuso.
Se diferencia de la
pobreza por su carácter más amplio: mientras la pobreza se limita a la falta de
recursos materiales, la exclusión abarca dimensiones relacionales, culturales y
simbólicas, afectando el bienestar, la identidad y las oportunidades de las
personas.
El proceso de exclusión
puede esquematizarse en tres zonas:
- Integración,
donde hay empleo estable y protección social;
- Vulnerabilidad,
con empleos precarios y vínculos frágiles;
- Exclusión,
marcada por la pérdida de trabajo, aislamiento y falta de redes de apoyo.
Autores como Castells y
Castel subrayan que la exclusión social no solo es económica, sino que implica
una espiral de desventajas: desempleo, discriminación, baja escolaridad,
problemas de salud, y fragmentación del tejido social. Factores como la edad, el
género, la raza, la discapacidad, entre otros, profundizan esta exclusión.
También se destaca que la
exclusión puede tener un componente individualista o voluntario, donde el
sujeto elige distanciarse de ciertos espacios sociales que considera
incompatibles con su identidad. Sin embargo, la mayoría de los casos responden
a mecanismos estructurales de dominación.
Por último, el fenómeno
genera efectos negativos en la cohesión social, produciendo violencia, omisión
de derechos y segmentación en “incluidos” y “excluidos”. Esta situación exige
repensar modelos más inclusivos, críticos y transformadores de organización
social.
CONFORMIDAD Y OBEDIENCIA
¿Qué es la conformidad?
La conformidad es la tendencia de los individuos a modificar sus actitudes,
creencias o comportamientos para ajustarse a las normas del grupo. Este
fenómeno puede ser el resultado de la presión social explícita o implícita. Es
un mecanismo de adaptación social que permite la cohesión y previsibilidad
dentro de los grupos. Sin embargo, también puede llevar a decisiones
irracionales, como se observó en el experimento de Asch sobre las líneas de
diferente longitud.
La obediencia
La obediencia, por su parte, se refiere a la conducta que resulta del
cumplimiento de una orden dada por una figura de autoridad. El experimento de
Milgram demostró cómo individuos comunes pueden llegar a realizar actos
perjudiciales para otros simplemente por seguir órdenes. Estos estudios ponen
en evidencia cómo las estructuras de poder pueden fomentar comportamientos
destructivos si no están equilibradas por la ética personal y la resistencia
crítica.
¿Quién se conforma?
Las investigaciones indican que las personas con alta necesidad de aprobación
social, baja autoestima o pertenencia reciente a un grupo son más propensas a
conformarse. Sin embargo, factores como la cultura (colectivismo vs.
individualismo) también influyen en los niveles de conformidad.
Existen dos tipos
principales de conformidad:
- Conformidad informativa:
ocurre cuando las personas se alinean con el grupo porque creen que los
demás tienen una mejor comprensión de la realidad.
- Conformidad normativa:
se da cuando el deseo de aceptación o el miedo al rechazo llevan a seguir
las normas o expectativas del grupo, incluso si se discrepa en privado.
Otros tipos, según
Kelman, incluyen el acatamiento, la identificación y la internalización,
siendo esta última la más profunda, ya que implica una aceptación genuina y
duradera de las creencias del grupo.
Experimentos clave
- Muzafer Sherif
(1935): demostró que en ausencia de respuestas objetivas claras, los
individuos tienden a converger con las opiniones del grupo.
- Solomon Asch
(1951): incluso ante respuestas evidentemente erróneas dadas por una
mayoría, un 75% de los participantes se conformó al menos una vez,
evidenciando la presión del grupo.
Factores que influyen en
la conformidad
- Características del individuo:
género, nacionalidad, autoestima, autosuficiencia.
- Características del grupo:
tamaño (aumenta la conformidad hasta cierto punto) y unanimidad (romperla
reduce la conformidad).
- Relación individuo-grupo:
interdependencia, atracción hacia el grupo y estatus percibido.
- Contexto cultural:
las culturas colectivistas tienden a promover más conformidad que las
individualistas.
- Ambigüedad del estímulo:
a mayor ambigüedad, mayor tendencia a conformarse.
- Presión social y anticipación de
interacción futura.
Consecuencias de la
conformidad
Puede tener efectos
positivos, como facilitar la adaptación y la cohesión grupal, pero también
negativos, como el pensamiento de grupo, donde se evita la crítica y se pueden
tomar decisiones erradas. La conformidad no siempre es irracional o negativa;
en ocasiones puede ser funcional para la supervivencia del grupo o el
individuo.
CONTROL SOCIAL
Antecedentes y
perspectivas
El control social se refiere al conjunto de mecanismos, instituciones y normas
que una sociedad emplea para regular el comportamiento de sus miembros y
asegurar el orden social. Puede entenderse desde diferentes perspectivas:
·
Macro:
Examina cómo las instituciones (educación, derecho, religión, etc.) establecen
normas y castigos.
·
Micro:
Analiza las interacciones cotidianas y cómo las personas vigilan y sancionan el
comportamiento de otros.
·
Interaccionista:
Destaca el papel de la negociación, el etiquetamiento y la construcción
simbólica de lo desviado o normal.
Medios de control social
Los medios incluyen sanciones legales, normas sociales, presión del grupo,
medios de comunicación, educación y religiosidad. También incluye mecanismos
más sutiles como el lenguaje, el humor, los rituales y la estética del consumo.
La prevención como
estrategia central
En la psicología social contemporánea, la prevención se presenta como la
estrategia más efectiva del control social. La idea es reducir los factores de
riesgo y fortalecer los factores protectores desde edades tempranas. Esto
implica fomentar la autorregulación, la empatía, la comunicación asertiva y el
pensamiento crítico.
PERSUASIÓN
¿Qué es la persuasión y
cómo nos influye?
La persuasión es un proceso de comunicación mediante el cual se intenta influir
en las actitudes, creencias o comportamientos de otra persona. Opera a través
de dos rutas principales: la ruta central (argumentos sólidos y razonamiento
lógico) y la ruta periférica (emociones, estética, simpatía, autoridad).
¿Cómo se arma la
persuasión?
Una persuasión efectiva requiere un emisor creíble, un mensaje emocionalmente
resonante, un canal adecuado y un receptor susceptible. Las técnicas incluyen
el uso de metáforas, estadísticas, narrativas personales, repetición,
apelaciones al miedo o al orgullo, y el condicionamiento positivo.
Evolución del significado
de persuadir
En las sociedades antiguas, persuadir era una herramienta de sabiduría y
liderazgo ético. Con el tiempo, su significado se ha desplazado hacia
estrategias de manipulación, especialmente en contextos como la publicidad y la
política.
ECONOMÍA DIGITAL Y
CONTROL SOCIAL
La construcción del
bienestar en la era digital
La economía digital ha transformado la manera en que los individuos acceden a
servicios, se comunican y consumen. Este entorno ha generado una sensación de
libertad e inmediatez, pero también una nueva forma de vigilancia y control
basada en algoritmos.
Nuevas tecnologías y vida
cotidiana
Las plataformas digitales recopilan información sobre hábitos, gustos y
relaciones para personalizar el contenido y maximizar el tiempo de permanencia
en línea. Esta hipervigilancia digital configura el comportamiento, refuerza
burbujas ideológicas y limita la autonomía del usuario.
Algoritmos y control
social
Los algoritmos actúan como filtros ideológicos invisibles que refuerzan
estereotipos, amplifican prejuicios y pueden llevar a procesos de
radicalización. Además, la explotación de los datos personales se ha convertido
en una herramienta de biopoder, como plantea el concepto de “capitalismo de
vigilancia”.
La persuasión política en
el entorno digital
En el campo político, la persuasión digital se ha convertido en una estrategia
para manipular la opinión pública mediante técnicas de microtargeting, creación
de noticias falsas (fake news) y manipulación emocional. El arte de la
(in)comunicación política busca silenciar voces disidentes y fabricar consensos
artificiales.
Influencia en el Grupo
La influencia grupal es
uno de los ejes fundamentales en la psicología social, ya que los grupos
constituyen un escenario clave en el que se manifiestan la identidad, la
pertenencia, el poder y las normas sociales. La influencia grupal se refiere al
efecto que los miembros del grupo ejercen unos sobre otros para modificar
actitudes, comportamientos o creencias. Esta puede expresarse de manera
explícita o implícita.
Un grupo es una unidad
social compuesta por dos o más individuos que interactúan entre sí, comparten
normas, tienen roles diferenciados y un sentido de pertenencia. Se distinguen:
·
Grupos primarios:
Relaciones íntimas y personales (ej. familia, amigos cercanos).
·
Grupos secundarios:
Relaciones funcionales e instrumentales (ej. equipos de trabajo).
·
Grupos formales e informales:
Según la estructura y organización.
Los grupos ejercen
influencia en los pensamientos y acciones de sus miembros a través de normas,
expectativas y sanciones sociales. También son contextos donde se construyen
identidades colectivas.
LIDERAZGO Y NUEVOS
ESTILOS
El liderazgo dentro de
los grupos es el proceso de influencia mediante el cual una persona guía,
dirige o coordina al resto de los miembros. Existen diversas teorías sobre
liderazgo:
·
Teoría de los rasgos:
Algunos individuos tienen cualidades innatas para liderar.
·
Teorías situacionales:
El liderazgo depende del contexto y la adaptabilidad del líder.
·
Teorías transformacionales:
El líder inspira y motiva cambios significativos en los seguidores.
Hoy en día, se valoran
estilos de liderazgo democrático, horizontal y participativo, en contraposición
al autoritario o jerárquico. También se destaca el liderazgo colaborativo y
empático, especialmente en contextos comunitarios.
La cohesión grupal es el
grado de atracción y compromiso de los miembros hacia el grupo. Una alta
cohesión promueve el cumplimiento de metas y una mayor satisfacción personal.
Sin embargo, una excesiva cohesión puede generar pensamiento grupal
(groupthink), reduciendo la diversidad de opiniones y llevando a decisiones
irracionales.
Desindividuación
Definición y antecedentes
históricos
La desindividuación es un estado psicológico en el que el individuo pierde su
sentido de identidad personal y se sumerge en la identidad grupal, reduciendo
su autocontrol y responsabilidad. Este fenómeno fue observado en multitudes,
turbas, eventos deportivos o manifestaciones.
Le Bon y Zimbardo
plantearon que en situaciones donde se reduce la responsabilidad individual
(anonimato, oscuridad, grandes masas), las personas son más propensas a
comportamientos agresivos, irracionales o antisociales. El famoso experimento
de la prisión de Stanford mostró cómo los roles sociales, al ser asumidos sin
reflexión crítica, pueden desinhibir conductas agresivas.
Pensamiento Grupal
(Groupthink)
Es un fenómeno que se da
en grupos muy cohesionados donde el deseo de consenso y armonía supera la
necesidad de tomar decisiones racionales y bien evaluadas. Fue estudiado por
Irving Janis, quien identificó síntomas como:
Ilusión de
invulnerabilidad
Racionalización colectiva
Creencia en la moralidad
del grupo
Estereotipado de los
oponentes
Presión a la conformidad
Censura propia
Ilusión de unanimidad
Guardianes del
pensamiento
El pensamiento grupal
puede tener consecuencias negativas como decisiones políticas erradas (ej.
invasión a Bahía de Cochinos), accidentes catastróficos o injusticias
colectivas. Promover un liderazgo abierto, la crítica interna y la consulta
externa son formas de prevenirlo.
Prejuicio
El prejuicio es una
actitud negativa o juicio preestablecido hacia una persona o grupo basado en su
pertenencia a una categoría social (raza, género, religión, orientación sexual,
etc.). Implica un componente afectivo (hostilidad), cognitivo (estereotipo) y
conductual (discriminación).
De la Teoría de la Raza a
la Psicología del Prejuicio
Históricamente, el
prejuicio fue sustentado en pseudociencias racistas que clasificaban a los
seres humanos en razas superiores e inferiores. Hoy, el enfoque es psicológico
y sociocultural.
De los procesos
psicodinámicos a la personalidad autoritaria
Adorno y la Escuela de
Frankfurt vincularon el prejuicio con una estructura de personalidad
autoritaria, rígida, sumisa con la autoridad y hostil con los grupos externos.
Perspectiva cognitiva:
estereotipos y sesgos
Desde esta perspectiva,
el prejuicio es producto de atajos mentales (heurísticos) que simplifican la
realidad, pero a costa de distorsionarla. Se desarrollan estereotipos como
herramientas cognitivas para clasificar a los otros, reforzados por el sesgo de
confirmación.
Fuentes motivacionales y
socioculturales del prejuicio
El prejuicio también
responde a necesidades emocionales: seguridad, autoestima o sentido de
pertenencia. Además, los contextos educativos, religiosos y mediáticos influyen
en su reproducción o cuestionamiento.
Consecuencias del
prejuicio
Las víctimas del
prejuicio pueden desarrollar baja autoestima, ansiedad, alienación o incluso
internalizar la discriminación (autoestigma). A nivel social, se genera
polarización, violencia y exclusión.
AGRESIÓN
La agresión es una
conducta intencional que busca causar daño físico o psicológico a otra persona.
Puede ser directa o indirecta, verbal o no verbal, reactiva o proactiva.
Diferencia entre agresión
y violencia
La violencia es una forma
extrema de agresión, generalmente sistemática, sostenida y con desequilibrio de
poder. No toda agresión es violencia, pero toda violencia es agresiva.
Explicaciones de la agresión
Desde la fisiología:
Factores biológicos como niveles de testosterona, serotonina o anomalías
neurológicas pueden predisponer a conductas agresivas. Las lesiones en el
lóbulo frontal afectan el autocontrol.
Desde la cognición:
Se considera que los pensamientos hostiles, las atribuciones erróneas (pensar
que otros tienen malas intenciones) y la interpretación ambigua de situaciones
pueden generar agresión.
Desde el aprendizaje
social:
Albert Bandura demostró que la agresión puede aprenderse observando modelos
agresivos (ej. en la familia, medios o videojuegos). El refuerzo positivo
también la mantiene.
Videojuegos y
comportamiento agresivo
Estudios indican que la
exposición prolongada a videojuegos violentos puede aumentar la insensibilidad
emocional, reducir la empatía y aumentar la conducta hostil, especialmente en
jóvenes. Sin embargo, el efecto depende del tipo de juego, contexto, personalidad
y supervisión adulta.
¿Cómo reducir la agresión?
Las estrategias incluyen:
·
Fortalecer vínculos afectivos entre niños
y cuidadores
·
Desarrollar habilidades socioemocionales
en la infancia
·
Regular el acceso a armas y alcohol
·
Promover la igualdad de género
·
Implementar políticas públicas que
atiendan los determinantes sociales
·
Establecer programas de atención y
reparación a las víctimas
ATRACCIÓN E INTIMIDACIÓN
La atracción
interpersonal y la intimidación forman parte de las dinámicas relacionales
cotidianas. Ambas están atravesadas por dimensiones emocionales, cognitivas,
culturales y contextuales.
Atracción: Es la
inclinación positiva hacia una persona basada en factores físicos, afectivos,
cognitivos y sociales. Implica interés, cercanía emocional, afinidad e incluso
deseo sexual.
Intimidación: Es la
utilización de poder, amenaza o presión para provocar miedo o sumisión en otra
persona. Puede ser verbal, psicológica o física, y frecuentemente está asociada
a dinámicas de violencia de género, acoso escolar o laboral.
EL SENTIDO DE PERTENENCIA
El sentido de pertenencia
se refiere a la necesidad psicológica fundamental de sentirse parte de un grupo
o comunidad. Este sentido actúa como un eje estructurante del bienestar
emocional, la identidad y la integración social.
Antecedentes teóricos
Autores como Abraham
Maslow incluyeron la pertenencia como una necesidad básica del ser humano.
Desde la psicología social, se considera que el sentido de pertenencia influye
en la autoestima, la motivación y la resiliencia.
Identidad individual y
social
La identidad individual
se fortalece al sentirse reconocido por otros.
La identidad social se
construye por la afiliación a grupos con los que se comparte historia, valores
y símbolos.
Pertenencia, cohesión y
socialización
Cuando una persona se
siente parte activa de un grupo, es más probable que internalice normas,
comparta objetivos comunes y desarrolle vínculos sólidos. Este proceso es clave
en la construcción de ciudadanía y participación democrática.
Identidad de lugar
Implica el vínculo
emocional y simbólico con un territorio o espacio geográfico (barrio, ciudad,
país). La identidad de lugar refuerza el sentido de arraigo, cuidado del
entorno y pertenencia cultural.
Dimensiones del sentido
de pertenencia
·
Afiliación emocional
·
Reconocimiento recíproco
·
Participación activa
·
Identificación simbólica
·
Apoyo mutuo y solidaridad
AMISTAD Y ATRACCIÓN
La atracción
interpersonal es el punto de partida para la formación de relaciones
significativas como la amistad, el amor o la cooperación.
¿Qué es la atracción
interpersonal?
Es el conjunto de
factores que generan afinidad y simpatía hacia otras personas. Entre estos
factores destacan:
·
Proximidad: La cercanía física aumenta la
probabilidad de interacción.
·
Similitud: Compartir creencias, intereses
o valores genera conexión.
·
Reciprocidad: Las personas tienden a
gustar de quienes les agradan.
·
Apariencia física: Tiene impacto inicial,
especialmente en contextos de pareja.
·
Habilidades sociales: La empatía, la
escucha y el sentido del humor generan atracción.
Modelos cognitivos de
atracción
Teoría del intercambio
social: Las personas evalúan costos y beneficios de una relación.
Teoría del equilibrio: Se
busca armonía cognitiva entre autoimagen y la imagen del otro.
Teoría del refuerzo: Las
relaciones que proporcionan recompensas emocionales tienden a consolidarse.
EL AMOR
El amor es una
experiencia compleja, multicausal y profundamente humana. Se manifiesta en
diferentes formas: amor romántico, fraternal, familiar, erótico, platónico o
altruista.
Desde la biología
Investigaciones
neurocientíficas han demostrado que el amor activa regiones cerebrales
asociadas al placer y la recompensa. La dopamina, oxitocina y serotonina están
implicadas en las fases del enamoramiento y el apego.
Helen Fisher, antropóloga
y bióloga, propone tres sistemas cerebrales:
·
Lujuria (impulso sexual)
·
Atracción romántica (enamoramiento)
·
Apego (compromiso y vínculo duradero)
Desde la psicología
Se estudian los estilos
de apego (seguro, ansioso, evitativo), el desarrollo afectivo, y las dinámicas
de pareja. La teoría triangular de Sternberg identifica tres componentes del
amor:
·
Intimidad
·
Pasión
·
Compromiso
Su combinación da lugar a
distintos tipos de amor (romántico, compañero, fatuo, consumado).
Desde la filosofía
Platón distinguía entre
el amor eros (deseo), el filia (amistad) y el ágape (amor desinteresado).
Nietzsche veía el amor como un fenómeno de poder y necesidad; mientras que
Sartre lo consideraba una forma de “poseer al otro”.
Desde la sociología
El amor se analiza como
una construcción social que refleja los valores, roles y estructuras de poder.
Las relaciones amorosas están condicionadas por el género, clase, religión y
cultura dominante.
Desde la perspectiva griega
Los griegos distinguían
varias formas de amor:
·
Eros:
pasional y erótico
·
Filia:
amistad
·
Storgé:
amor familiar
·
Ágape:
amor universal y compasivo
El amor, los prejuicios y
las implicaciones sociales
Los modelos de amor
idealizados pueden promover expectativas irreales o relaciones de dependencia.
Los prejuicios culturales también afectan a quienes aman “fuera de la norma”
(ej. parejas del mismo sexo, diferencias de edad o clase social).
¿Qué NO es el amor?
El amor no es control,
dependencia, sacrificio unidireccional, violencia ni posesión. Confundir estos
elementos con amor genera relaciones tóxicas o abusivas.
¿Cuándo se terminan las relaciones?
Factores como la pérdida
de confianza, falta de comunicación, infidelidad o divergencias de proyectos
vitales pueden llevar al deterioro de una relación.
Pérdida de la pareja y el duelo emocional
El duelo por una pérdida
amorosa implica una reconfiguración emocional y simbólica. Involucra etapas
como negación, tristeza, ira, aceptación y reconstrucción. La duración y
profundidad del duelo varían según el tipo de vínculo y las habilidades de
afrontamiento.
CONDUCTA PROSOCIAL Y
ALTRUISMO
La conducta prosocial
abarca todas aquellas acciones voluntarias dirigidas a beneficiar a otras
personas, como ayudar, compartir, consolar, cooperar o donar.
¿Qué es el altruismo?
Es una forma de conducta
prosocial en la que no se espera recompensa. Implica motivaciones internas como
la empatía, el sentido ético o la identificación con el otro.
Perspectivas teóricas sobre la conducta
prosocial
Psicoanálisis
Plantea que la conducta prosocial surge como una sublimación del impulso
agresivo, o por el desarrollo del superyó (instancia moral).
Conductismo
Se basa en el reforzamiento positivo. Las conductas de ayuda pueden mantenerse
por recompensas sociales o afectivas, o por el modelado de figuras
significativas.
Cognitivismo
La ayuda se produce cuando el individuo evalúa cognitivamente que su acción
será eficaz y justa. El juicio moral y la toma de perspectiva son claves.
- Modelos cognitivos específicos
- Teoría del intercambio social
- Teoría del aprendizaje social
Modelo de activación
emocional-empática
Empatía y conducta
prosocial
La
empatía es la capacidad de comprender y sentir lo que otro experimenta. Es una
variable mediadora en la conducta prosocial. Tiene dimensiones:
- · Afectiva (sentir con el otro)
- ·
Cognitiva (ponerse en su lugar)
- ·
Motivacional (deseo de aliviar su
sufrimiento)
Enfoques Humanistas
·
Psicología de la Gestalt: el altruismo
surge de la necesidad de armonía.
·
Fritz Perls: propuso que el verdadero
altruismo es espontáneo y auténtico.
·
Abraham Maslow: en la cima de su pirámide,
la autorrealización incluye el compromiso con el bienestar de los demás.
·
Psicología Positiva: resalta que ayudar a
otros aumenta el bienestar personal, fortalece vínculos y sentido de propósito.
·
Inteligencia emocional (IE): el altruismo
se expresa como una competencia emocional social.
Conflicto y Pacificación
El conflicto es una
condición inherente a la interacción humana. Desde el punto de vista
psicosocial, no es ni negativo ni patológico por sí mismo, sino un fenómeno
natural que puede tener efectos constructivos o destructivos dependiendo de
cómo se maneje. El conflicto puede surgir en cualquier nivel de relación:
interpersonal, intergrupal, institucional o internacional.
Tipos de conflicto:
·
Intrapsíquico: cuando una persona
experimenta tensiones entre sus valores, deseos o necesidades.
·
Interpersonal: entre dos o más personas,
generalmente por malentendidos, intereses opuestos o emociones reprimidas.
·
Intergrupal: conflictos entre colectivos
sociales, étnicos, políticos o religiosos.
·
Estructural: aquellos generados por
desigualdades sistemáticas de poder y acceso a recursos, institucionalizados y
persistentes en el tiempo (por ejemplo, el racismo estructural o la pobreza
sistémica).
Componentes
psicosociales:
·
Percepción subjetiva del otro como
amenaza.
·
Identificación social (nosotros vs ellos).
·
Narrativas culturales que justifican la
rivalidad.
·
Condiciones estructurales que exacerban la
competencia.
·
El conflicto se convierte en violencia
cuando las tensiones se canalizan mediante daño, coacción o destrucción del
otro.
APORTES PSICOLÓGICOS AL
ESTUDIO DEL CONFLICTO
Desde el Conductismo:
La violencia es entendida
como una conducta aprendida y mantenida por reforzamiento. El modelo de Bandura
(aprendizaje vicario) ilustra cómo los niños aprenden conductas agresivas al
observar modelos violentos, como en los medios o en su entorno cercano. Las
respuestas agresivas se fortalecen cuando son recompensadas (por ejemplo,
cuando agredir da resultados o atención).
Aplicación práctica:
programas de intervención conductista que modifican conductas a través de
refuerzo positivo y modelado prosocial.
Desde el Psicoanálisis:
El psicoanálisis plantea
que la agresividad forma parte de las pulsiones básicas del ser humano. Freud
hablaba de la pulsión de muerte (Thanatos) como fuente de destrucción tanto
hacia uno mismo como hacia los demás. En contextos de guerra o represión, esta
pulsión se proyecta hacia el exterior.
También se identifican
mecanismos de defensa como la proyección (atribuir a otros deseos o emociones
propias) y la racionalización de actos violentos.
Aplicación práctica:
procesos terapéuticos que abordan el inconsciente colectivo, traumas, y
tensiones no elaboradas.
Desde la Psicología
Sistémica:
Se enfoca en las
interacciones circulares y repetitivas entre individuos y sistemas. Los
conflictos son vistos como emergentes de relaciones disfuncionales, más que
como “culpas” individuales.
Aplicación práctica:
terapias familiares o comunitarias donde se interviene sobre patrones de
comunicación, reglas implícitas, lealtades invisibles o triángulos
relacionales.
PSICOLOGÍA DE LA PAZ
La Psicología de la Paz
es un campo transdisciplinario que estudia las condiciones que permiten
prevenir la violencia, transformar el conflicto y construir sociedades justas,
equitativas y sostenibles.
Inspirada por autores
como Johan Galtung (teórico de la paz), esta perspectiva distingue entre:
·
Paz negativa: ausencia de violencia
directa, pero con estructuras injustas intactas.
·
Paz positiva: presencia de equidad,
respeto por los derechos, reparación y justicia.
Objetivos centrales:
Comprender las causas
psicológicas, culturales y estructurales de los conflictos violentos.
Proponer estrategias
pacíficas de intervención, reconciliación y transformación.
Promover la resiliencia
psicosocial tras eventos traumáticos.
Enfoques clave:
·
Psicología comunitaria: trabaja con grupos
sociales afectados para reconstruir vínculos, memoria y sentido de agencia.
·
Justicia restaurativa: promueve el
reconocimiento del daño, el perdón y la reparación simbólica y material.
·
Desarrollo de cultura de paz: a través de
educación, participación y democratización de relaciones sociales.
·
Ejemplo práctico: procesos de
reconciliación post-conflicto como en Sudáfrica (Comisión de la Verdad y
Reconciliación) o Colombia (jurisdicción especial para la paz).
Efectos de la Guerra y la Violencia
Los efectos de la
violencia pueden ser devastadores a nivel individual, relacional y colectivo.
No se limitan al daño físico o material, sino que afectan profundamente la
salud mental, el tejido social y la cultura.
Efectos individuales:
·
Trastornos mentales como estrés
postraumático, depresión, insomnio, adicciones.
·
Desregulación emocional,
despersonalización o disociación.
·
Desesperanza aprendida, aislamiento, culpa
del sobreviviente.
Efectos colectivos:
·
Ruptura del sentido de comunidad.
·
Normalización de la violencia como forma
de resolución.
·
Transmisión transgeneracional del trauma,
donde hijos e hijas heredan emocionalmente las heridas no sanadas.
Efectos culturales:
·
Destrucción de símbolos colectivos,
prohibición de lenguas, represión de memorias.
·
Reescritura de la historia desde la
perspectiva del opresor.
·
Imposición de valores que perpetúan la
subordinación.
Consecuencias duraderas:
sociedades traumatizadas, polarizadas y con altos índices de desconfianza
interpersonal e institucional.
Condiciones Psicológicas
para una Paz Sostenible
Construir una paz
duradera no solo implica firmar acuerdos o cesar hostilidades. Requiere una
transformación profunda de las relaciones, las instituciones, las narrativas y
las subjetividades.
Condiciones necesarias:
- ·
Reconstrucción de la confianza:
- ·
Espacios seguros de diálogo.
- ·
Escucha activa entre actores enfrentados.
- ·
Transparencia institucional.
Educación para la paz:
Desarrollo de habilidades
para la convivencia, la gestión emocional y la resolución no violenta de
conflictos.
· Crítica al discurso de odio y la
discriminación.
·
Valoración de la diversidad.
·
Reparación simbólica y material:
·
Reconocimiento de las víctimas.
·
Recuperación de la memoria histórica.
·
Compensaciones justas.
·
Participación activa de los pueblos en el
diseño de políticas de reparación.
La psicología de la paz
promueve:
·
Memoria, verdad, dignidad y no repetición.
·
La agencia de los pueblos como
protagonistas de su reparación.
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